Quien tiene agarrada con fuerza la gran imagen inmemorial, hacia ése viene el mundo. Viene y no se duele, con tranquilidad, igualdad y alegría. Músicas y cebos: Parece que hacen pararse al caminante en su camino. El sentido sale de la boca, suave y sin ningún sabor. Miras hacia él y no ves nada especial. Lo escuchas y no escuchas nada especial. Actúas conforme a él y no encuentras ningún fin.
Sin fin. Sin sabor. Nada especial. Cuando se habla de "razón común", 'común' es eso, lo llano, nada especial, lo que parece que no es nada gordo. Así de contradictorio es: el sentido viene con el asombro y el sentido viene a la llana, sin alharacas. Alguien decía "Die stillste Stunde", o sea, "La hora más silenciosa". Aquí dice: sin músicas y cebos, o sea, sin reclamos, sin advertirnos qué va a pasar. Lo contrario de la tele, que indican a los que la ven cuándo tienen que reírse, poniéndoles en cada punto donde está mandado reírse grabaciones de risas.