El gran sentido desborda a chorros. Puede estar a la derecha y a la izquierda. Todas las cosas le agradecen su essistencia, y no se niega a ellas. Si está el trabajo acabado, no por eso lo llama su propiedad. Viste y alimenta todas las cosas, y no se hace pasar por su amo. En tanto que está eternamente sin anhelar, se le puede describir como pequeño. En tanto que todas las cosas dependen de él sin que le reconozcan como amo, se le puede describir como grande. Así también el llamado: Nunca se hace grande; por eso logra su gran obra.
No parece que ninguna de las imágenes que se le asocian al sentido sean totalmente inaceptables, porque más bien sugieren la negación de ideas reales. Puede parecer que las tres últimas líneas (el añadido sobre el sabio) sí que sean una vez más contra el sentido. Una apostilla de cómo hay que ser para ser sabio (como si el sabio tuviera especial relación con el sentido, cuando aún suena lo que el sentido mismo dice de que no rechaza a ninguna cosa). Aún así, parece que como la descripción que hace es poca y a su vez negativa, no resulta demasiado brutal.