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Las armas son herramientas desastrosas,
    claro que todos los seres las odian.
Por eso el que tiene el recto sentido nada sabe de ellas.

El noble en su vida normal
    considera la izquierda como el lugar de honor.
En el oficio de las armas 
    es el derecho el lugar de honor.

Las armas son herramientas desastrosas,
    no herramientas para el noble.

Sólo cuando no puede hacer otra cosa, las usa.
Tranquilidad y paz son para él lo más alto.
Vence, pero no se alegra de ello.

El que dijera que se alegra de ello,
    se alegraría entonces del asesinato de hombres.
El que dijera que se alegra del asesinato de hombres,
    no puede lograr su objetivo en el mundo.

En ocasiones gozosas 
    se considera la izquierda el lugar de honor.
En ocasiones desgraciadas 
    se considera la derecha el lugar de honor.
El asistente está en pie a la izquierda,
    el alto general está en pie a la derecha.
O sea, que toma el lugar 
   según el uso de las ceremonias de duelo.

Matar hombres a mansalva,
    eso debe lamentarse con llanto de compasión.

El que triunfó en la lucha,
    ése debe estar como en un funeral.



Trozo que sigue la línea del número 30, o sea, donde el sentido no parece sentirse (se puede ver la nota al 30). Usa también eso de "el recto sentido", añadiendo, para hacerlo todavía más real, que es algo que se puede tener (como el que tiene una cafetera).

Lo que se oye en este trozo es la monserga habitual de lo triste y penoso que es el uso de cosas como ejércitos y armas, con sus matanzas, pero que son necesarias.

Dice "Tranquilidad y paz son para él lo más alto". O sea, lo mismo que el Régimen este del Dinero, incluso ya para las intervenciones mismas de los ejércitos (intervenciones para la tele), cuando dicen que son intervenciones en favor de la paz o para llevar la Democracia aquí o allá (o sea, para estender el Régimen del Dinero).
En fin, la circuspección y duelo que se pide para tratar de estos temas, no es otra sino la cara de seriedad con que a las atractivas presentadoras de noticias en la tele les enseñan a hablar de las guerras y eso (o sea, a hablar de las guerras que organizan para que aparezcan en la tele las presentadoras atractivas hablando con cara compungida de las guerras que organizan...).