El sentido que se deja espresar no es el sentido eterno. El nombre que se deja nombrar no es el nombre eterno. 'No-ser' llamo yo al comienzo de cielo y tierra. 'Ser' llamo yo a la madre de los individuos. Por eso la dirección hacia el 'no-ser' lleva a contemplar la esencia prodigiosa. La dirección hacia el ser, a contemplar los límites de los sitios. Ambos son uno desde el origen y sólo distintos por el nombre. En su unidad, a eso se le llama el secreto. Más profundo secreto incluso que el secreto es la puerta por la que aparecen todos los prodigios.
El sentido eterno, si acaso, es el que ahora se nos presenta y quizá sea ése el sentido honrado de 'eternidad': algo así como ahora. Lamentablemente, al ser un nombre con su significado, es lo normal que se reclame que quiera decir "el ahora". Pero ahora no es "el ahora": ahora está fuera del tiempo real.
¿'Nombre' y 'sentido' serán igual? o ¿será 'sentido' lo que no es y 'nombre' lo que es? Más bien parece esto último: que los tres párrafos primeros sean tres párrafos paralelos (de dos frases cada uno), donde en los tres se comparan el sentido y el nombre. Si esto es así, en el segundo y tercer párrafo al sentido se le nombra como 'no-ser' y al nombre como 'ser'. Veamos los tres párrafos:
- El sentido que se deja espresar no es el sentido eterno.
- El nombre que se deja nombrar no es el nombre eterno.
- 'No-ser' llamo yo al comienzo de cielo y tierra: parece que si entendemos cielo y tierra como la moderna Realidad, puede tener sentido decir que sin no-ser no hay Realidad. O sea, que la Realidad no puede ser todo lo que hay, aunque lo pretenda. En el comentario al trozo 2 se habla más de esto.
- 'Ser' llamo yo a la madre de los individuos: El individuo es el que pretende ser lo que es y nada más.
- Por eso la dirección hacia el 'no-ser' lleva a contemplar la esencia prodigiosa. O sea, más a lo sencillo, prodigio o maravilla será cualquier cosa que no se sabe, que no está sabida, y para que se nos presente tiene que pasar a la vez que se descrea de las cosas, o sea, que se rompa su supuesta unidad para que aparezca lo que no se sabe.
- La dirección hacia el ser, a contemplar los límites de los sitios: o sea, la de-finición (que pretende ser esacta) de la Realidad.
"Más profundo secreto incluso que el secreto es la puerta por la que aparecen todos los prodigios."